La Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías (UNIMTAC) hace un llamado al gobierno federal para la aplicación urgente de acciones para detener el incremento especulativo en los precios del maíz destinado al consumo humano, que a partir de ayer se empezó a distribuir a los molinos de todo el país a 4, 500 pesos la tonelada con la advertencia de los especuladores, de que podría llegar a 4, 700 el próximo fin de semana como resultado de las heladas en el norte del país y en especial, en Sinaloa.
Así, mientras la Secretaría de Economía trata de mantener "estable" el precio de la tortilla a base de amenazas y acciones legales infundadas y dictatoriales, y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) insiste en que ningún aumento a los alimentos se justifica porque hay más maíz que nunca en el país, los intermediarios siguen haciendo "pingües" negocios y no hay autoridad que frene su voracidad.
Como lo hemos expuesto en diversas ocasiones, el precio de la masa de maíz nixtamalizado y la tortilla tradicional de maíz nixtamalizado está sumamente presionado, y es por ello que, al margen de las declaraciones políticas y la estrategia gubernamental para enmascarar el problema, hoy el precio promedio de la tortilla en la Zona Metropolitana del Valle de México es de 10 pesos el kilogramo y en regiones como el norte de Veracruz y Sur de Tamaulipas alcanza entre 14 y 16 pesos kilogramo, al igual que gran parte del sureste mexicano.
Al contrario de cómo ha pretendido esconder el problema la Secretaría de Economía con su acabada estrategia política de "tapar el sol con un dedo", la realidad dice que estamos a la puerta de una nueva crisis alimentaria y que no bastan los discursos "tranquilizantes" ni las amenazas sistemáticas a pequeños productores de masa y de tortilla, para hacer frente a la situación.
Mtro. Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el problema es más grave de lo que afirman sus colaboradores: el alza a la tortilla no es resultado de la colusión de algunos empresarios para desestabilizar la economía nacional, es resultado de la protección inexplicable e irresponsable de las empresas comercializadoras (como Cargill, Archer Daniels y Gruma-Maseca) que empezaron a subir el precio del maíz por la sola mención de China en el sentido de que "estudiaba la posibilidad de comprar maíz" en el exterior.
Era mayo de 2010 y el precio del grano era de 3, 000 pesos la tonelada; para julio el precio ya era de 3, 180 pesos la tonelada y entonces vino la catástrofe climática en Argentina y Brasil, cuya disminución en la producción fue el pretexto para que en octubre, noviembre y diciembre se vendiera el grano a pie de molino en 3, 700 pesos la tonelada.
Mientras menudeaban las acciones ilegales contra molinos y tortillerías que trataban de ajustar el precio de la tortilla para evitar la quiebra, como sucede en cualquier mercado libre, como lo es el de la tortilla desde hace 10 años por decisión del entonces presidente Vicente Fox, el precio del maíz inició en enero de 2011 en 4, 000 pesos la tonelada; ayer 9 de febrero, Cargill comenzó la distribución del grano en 4, 500 pesos, con la advertencia de que el próximo fin de semana puede llegar a 4, 700 "por las heladas en Sinaloa".
Lo anterior no tiene justificación, ya que de acuerdo con la Sagarpa, hay suficiente abasto de maíz para el presente año (en 2010 se cosecharon 25 millones de toneladas que se pagaron al productor entre 2,200 y 2, 400 pesos por tonelada) y los efectos de las heladas, en caso de que no se logren revertir, se sentirán hasta octubre y noviembre del año en curso, así las cosas, los precios actuales del maíz son producto exclusivamente de actos de "coyotaje".
Además el mismo secretario de Agricultura, Francisco Mayorga, afirma que ya se aplicaron acciones para salvaguardar la cosecha del grano de Sinaloa, por lo que hay garantía en que se tendrá el grano suficiente para las necesidades alimenticias del país; el problema es que siguen encubriendo a los intermediarios y sus prácticas especulativas mientras distraen la atención de la opinión pública con amenazas y acciones ilegales en contra de los productores de masa y de tortilla.
Si a la especulación del maíz, se agrega que este sábado se aplica el segundo incremento a la gasolina en el año, así como los aumentos del gas, agua, predial, se sigue acelerando la inminente quiebra de los pequeños industriales y de las miles de familias que dependen de esta legitima fuente de trabajo, que además es parte vital de la alimentación de los mexicanos.
Ante ello, insistimos que en lugar de fabricar culpables, resuelva el problema de fondo con la creación de un Consejo Regulador de la Cadena Maíz-Tortilla, se controle la especulación del precio del maíz por los grandes corporativos o se fije un precio de maíz exclusivamente para la producción de tortillas, el principal alimento de los mexicanos.
A su vez convocamos a los juristas del país para que enriquezcan las denuncias que se están elaborando en todos los municipios del territorio nacional, por parte de los propietarios de molinos y tortillerías en exigencia, a título personal, de que el Estado cumpla con su obligación de proteger la economía y la nutrición de la población.
Acciones de "coyotaje" como aquellas en que incurren los intermediarios como Cargill, son las que afectan a la economía y consumo nacionales y que se contemplan como un delito en el artículo 253 del Código Penal Federal y se castiga con 200 a 1, 000 días de multa y hasta 10 años de prisión.
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