martes, 22 de febrero de 2011

clarisimo Lectio Divina

Mas noticias en http://noti.mx ...Mi amiga Pilarica - que esta bien chula- me conto que 1 Pedro 5, 1-4

Hermanos: Me dirijo ahora a los pastores de las comunidades de ustedes, yo, que también soy pastor como ellos y además he sido testigo de los sufrimientos de Cristo y participante de la gloria que se va a manifestar.

Apacienten el rebaño que Dios les ha confiado y cuiden de él no como obligados por la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por ambición de dinero, sino con entrega generosa; no como si ustedes fueran los dueños de las comunidades que se les han confiado, sino dando buen ejemplo. Y cuando aparezca el Pastor supremo, recibirán el premio inmortal de la gloria.


+ Meditatio

Si bien este texto está claramente dirigido a los pastores de la Iglesia (sacerdotes y obispos), es perfectamente aplicable a todos aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir una comunidad: padres de familia, empresarios, supervisores, maestros, etc.

Uno de los grandes problemas por los que atraviesa hoy el mundo, es el materialismo y la búsqueda del poder. Es difícil encontrar hoy personas que hagan las cosas por el placer de hacerlas y de hacerlas bien. Por lo general está siempre de por medio el factor económico, que en muchas ocasiones no es otra cosa que ambición.

Para muchos hermanos, la gente a su alrededor no es otra cosa que piezas de ajedrez u objetos que son importantes en la medida en que son útiles. San Pedro nos invita hoy, no sólo a la generosidad, sino a trabajar con alegría y por el bien de los demás, por el bien de nuestra familia, de nuestra empresa, de nuestra comunidad; y a recordar que la verdadera recompensa la recibiremos de Dios.


+ Oratio

Señor, hazme consciente de mi papel como pastor de acuerdo a mi estado de vida; dame un corazón como el tuyo, que sepa amar a mi rebaño hasta el grado de dar la vida por ellos, es decir, por mis hijos, por mis empleados, por mis alumnos, etc. Enséñame a trabajar por ellos desinteresadamente, de muy buena gana, dando ejemplo para que cuando vengas tú, mi Pastor amado, pueda recibir el premio de vivir contigo eternamente.


+ Operatio

Este día haré las cosas con una sonrisa en el rostro, cuando "mis ovejas" se acerquen a pedirme algo o buscando algo de mi, seré cortés, amable y dispuesto; además demostraré mi generosidad haciendo no solo lo que me piden, sino un poco más.

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El Evangelio de hoy

Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas".

Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo".


+ Reflexión

Al celebrar hoy en la Iglesia la cátedra de San Pedro, el texto evangélico nos recuerda que el poder que tiene el Papa para conducir la Iglesia y para discernir lo que es doctrina sana para el Pueblo, lo recibió no de los hombres, sino del mismo Jesucristo, a quien hoy le hemos oído decir con claridad: "Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". De manera que quien no lo escucha y respeta, es al mismo Cristo a quien desobedece y ofende. Jesús quiso dejar un pastor que, en su nombre, gobernara y evangelizara a la Iglesia, y por eso le dio palabras de sabiduría y de ciencia para que con ellas dirigiera el caminar del pueblo de Dios. Es por ello que todas sus encíclicas deben ser leídas por nosotros, pues en ellas nos exhorta y educa en la pureza de la fe. De gran interés son todas. Te invito a leerlas, quizás puedas empezar por: "Dios es amor", descubrirás en ella la limpieza de su corazón de pastor y la invitación a vivir íntimamente unidos con Dios que es Amor.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

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